sábado, 26 de febrero de 2011

MANERAS DE ENFRENTAR LA VIDA


Hay muchas maneras de enfrentar la vida.

Algunas personas confían plenamente en su capacidad para resolver las situaciones que se les presentan. Otras avanzan o retroceden de acuerdo al carácter de quienes las rodean. Hay quienes necesitan de un “vestuario” completo de “disfraces” para ocultar sus verdaderas personalidades ante un mundo hostil. Y un creciente grupo de hombres y mujeres emprende diariamente una búsqueda existencial que intenta encontrar el camino para vencer el sentido de soledad y de vacío interior.

Hace algunos años uno de mis tíos falleció súbitamente. En lo mejor de los años maduros y con una hermosa familia para disfrutar, la enfermedad cobró su vida de manera totalmente inesperada. Allí quedó mi tía, sola con sus tres hijos (el mayor casado, la del medio con diabetes y el menor todavía en edad escolar) y muchas cuentas que pagar.

Pero aún resuena en mi mente la respuesta que me dio cuando le pregunté cómo hacía para resurgir en medio del duelo, la depresión y la tristeza natural que embargó su vida: “la clave de todo es que Dios fortalece mi vida, y yo confío plenamente en Él”, fue su rotunda respuesta.

¿Es usted una persona que diseña su vida en torno a impulsos repentinos? ¿Permite que la ansiedad gobierne su mente? ¿Experimenta muy seguido un “sube y baja” emocional? Si la respuesta a estas preguntas es afirmativa… ¡usted necesita con extrema urgencia la fortaleza continua y asegurada que proviene de nuestro Creador!

El gran rey David escribió: “Yo, por mi parte, te alabaré en la mañana por tu poder y por tu amor. Tú eres el Dios que me protege; tú eres el Dios que me ama. Por eso te cantaré con alegría porque eres mi fortaleza, porque has sido mi refugio en momentos de angustia” (Salmos 59:16, TLA).

¡Qué gran oportunidad para comenzar una vida nueva, permitiendo que Dios sea nuestra continua fortaleza!

Cristian Franco
La reflexión de hoy nos desafía a vivir, no tanto por los impulsos que nuestro estado anímico pueda querer abrazar, sino más bien con fe. Y esa fe, para que sea realmente efectiva, no podrá estar fundamentada en nuestra propia capacidad para enfrentar los desafíos… la cual puede variar precisamente en base a nuestro estado de ánimo. Más bien, ojalá esté basada en Dios mismo y en Su Palabra revelada, la Biblia. De esa manera, nuestra vida lucirá como aquella casa de la parábola de Jesús que pudo resistir todo tipo de vientos y tempestades porque estaba anclada sobre la roca. Pero si hemos de desarrollar ese tipo de fe, debemos comprender que eso no ocurre por accidente sino por un cultivo sistemático de nuestra relación con el Dios de la Biblia.

¿Por qué no dedicar este fin de semana un tiempo para participar en compañía de tantos otros creyentes de la adoración corporativa a nuestro Salvador? No sólo seremos bendecidos en el momento sino que nuestra perspectiva de la vida se irá amoldando más y más a Sus planes para nuestra vida.

Adelante y que el Dios de gloria haga resplandecer Su rostro sobre cada uno de ustedes y que disfruten de un maravilloso fin de semana.

Raúl Irigoyen

Y el pueblo creyó; y oyendo que el Señor había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron. Exodo 4:31.

Y ahora, he aquí he traído las primicias del fruto de la tierra que me diste, oh Jehová. Y lo dejarás delante de Jehová tu Dios, y adorarás delante de tu Dios. Deuteronomio 26:10.

jueves, 24 de febrero de 2011

SIN LEÑA SE APAGA EL FUEGO

Salomón fue un hombre muy inteligente y sabio. Alguna vez escribió en su libro de Proverbios 26:20 lo siguiente: “sin leña se apaga el fuego, y donde no hay chismoso, cesa la contienda”.
Estas palabras son cortas, pero contundentes. Hoy día el chisme se ha hecho tan popular que hay personas a los cuales les pagan para que los cuenten. Viven pendientes de la vida de los demás, siempre tienen algo que comentar o decir de la gente, pero ellos no hablan de sus propias vidas.
No creo que sea un honor que a una persona se le califique con el adjetivo de chismoso(a). Pero si hay algo que a Dios le desagrada es el chisme. Generalmente cuando una persona esparce un chisme, lo hace con malas intenciones, aunque trate de disimular y ocultar sus verdaderas intenciones. ¿Qué beneficio trae a la vida de una persona el que le cuentes un chisme o el que andes añadiendo o quitando a los comentarios que haces?
Generalmente la gente es conocida por su manera de actuar o de proceder. Pero es increíble el daño que puede causar un chismoso en la vida de los demás. Las reputaciones que se han dañado por falsas acusaciones. Las calumnias que han destruido matrimonios, amistades, relaciones de trabajo. Los suicidios, peleas, problemas, iras y contiendas son algunos de los efectos dañinos del chisme.
Alguna vez el salmista dijo: “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí. Enmudecí con silencio, me callé aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor. Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua: Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy” (Salmos 39:1-4).

Es mejor callar que tener que arrepentirse de lo que uno dice, porque a la conciencia no hay quien la pueda silenciar.

Autora: Brendaliz Avilés

miércoles, 23 de febrero de 2011

DAR SIN ESPERAR


Thomas Samson era un minero galés. Todos los días dedicaba largas horas al duro trabajo en la mina, con su vida en constante peligro, a cambio de un magro salario. Cierto día, el capataz de la mina le dijo:

-Thomas, se ha producido una vacante en un trabajo más liviano en la superficie. Trabajarías menos y pagarían más. ¿Te interesa?

-Sí, por supuesto -respondió Thomas-. ¡Claro que me interesa, señor! Sin embargo, ¿podría ofrecerle el trabajo a mi amigo Tregony? Él no es tan fuerte como yo y temo que el trabajo en la mina acorte sus días. No quiero perder a un amigo. ¿Podría ocupar él ese puesto del que me habla?

Al capataz lo conmovió la generosidad de Thomas y le dio el trabajo a Tregony. Thomas siguió trabajando duro, y no bien se produjo otra vacante en la superficie, el capataz enseguida se lo comunicó a Thomas, que esta vez sí aceptó el ofrecimiento. Thomas y Tregony trabajaron juntos durante veinte años.

Cuando uno se brinda con generosidad por otra persona, obtiene una buena reputación. Y seguramente luego sobrevendrá un ascenso.

No es inútil en el mundo aquel que alivia la carga de otro.

Gálatas 6:2
Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.

sábado, 19 de febrero de 2011

CONSIDERA ESTO


”Ten en cuenta lo que vayas a decir, no lo que pienses.”

(Mirnasol Castro Tirado)

Tener en cuenta lo que vayas a decir es preocuparse y no tomar las cosas a la ligera. Es ser lo suficientemente empático como para pensar en el bienestar de los demás. Es contar con la sabiduría suficiente como para saber que es importante esas palabras que salen de tu boca.

Al tomar en cuenta lo que vas a decir, estás tomándote el tiempo suficiente para analizar si es provechoso o vale la pena decir eso que estás pensando. ¿Traerá bien, bendecirá una vida, establecerá la diferencia? ¿Lastimará a alguien, creará discordia, amenazará la paz o la integridad de una persona, desencadenará odio?

Lo que pensamos, no necesariamente tiene que ser así. A veces tenemos ideas equivocadas sobre las personas, situaciones o cosas y por eso debemos tener cuidado al analizar y juzgarlas. Nuestras palabras pueden ser luz o sombras; vida o muerte. Pueden ayudar a levantar o derribar a una persona.

Como dice un conocido refrán: “uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice”. Porque muchas veces lo que decimos nos compromete y sabemos que una vez que la palabra es lanzada, nada se puede hacer.

El mismo Jesús teniendo toda la sabiduría del mundo, hubo momentos en que prefirió callar y otros en los que habló muy poco. Pero sus palabras fueron de vida, restauración, luz, ánimo, fortaleza, perdón, sanidad, sabiduría y enseñanza. Procuremos imitar a nuestro Maestro, observemos más y hablemos solo lo que sea necesario. Pues como dice la Biblia: “en el mucho hablar hay pecado”.

¡Dios te Bendiga de manera especial y seas alimentado con este mensaje de animo!

Autora: Brendaliz Avilés

miércoles, 16 de febrero de 2011

ESPERANDO CON ESPERANZA


“Porque fuimos salvos con esperanza; pero una esperanza que se ve no es esperanza, pues ¿quién sigue esperando lo que ya ve?

(Romanos 8:24)

Esperanza: Confianza de lograr una cosa. Virtud teologal por la cual aguardamos de Dios su gracia y nuestra eterna salvación.

La palabra esperanza tiene mucho que ver con la acción de esperar algo que anhelas o deseas. La esperanza es una ilusión que mantiene al corazón vivo. Pero sabemos que esperar es una de las cosas más difíciles para nosotros los seres humanos. Quien sabe esperar, verdaderamente tiene una de las virtudes más hermosas.

Cuando esperamos se desarrolla en nosotros la constancia. Y la constancia a su vez requiere firmeza. Para tener firmeza nuestro carácter debe ser moldeado por Dios. Nuestro carácter es moldeado a través de las experiencias que vivimos en la vida y que nos sirven de aprendizaje.

La constancia es perseverancia y casi siempre quien persevera, alcanza sus objetivos, sueños y metas. Cuesta ser decididos y perseverantes, sin embargo, ese camino es seguro. En nuestras debilidades, el Espíritu Santo acude a ayudarnos, nos sostiene. A través de él recibimos fuerzas y aliento para continuar.

Pero, es linda la palabra que Salomón deja en Proverbios 23:18: “Porque ciertamente hay un porvenir, y tu esperanza no será frustrada”. El porvenir no es otra cosa que “suceso o tiempo futuro”. Es lo que está por llegarles a aquellos que aunque no se les hace fácil saben esperar y confiar en Dios.

Dios dice: “Hijo(a) mío(a), tu esperanza no será frustrada. No serás privado de ver lo que esperas. El enemigo no malogrará los planes de bien que tengo para contigo”.

Así que recuerda que a Abraham y Sara no se les hizo fácil esperar por años la llegada de Isaac. Pero cuando Isaac llegó al hogar trajo la risa y la felicidad. Así como ellos tú también sonreirás al ver que llega a tu vida lo prometido por Dios.

¡No pierdas la esperanza, aférrate a ella más fuerte que nunca!

Autora: Brendaliz Avilés

domingo, 13 de febrero de 2011

El ejercicio del perdón


“No es nuestra capacidad para perdonar, sino nuestra capacidad para arrepentirnos y perdonar, la que nos hace diferentes. Sólo los humanos pueden realizar ese acto tan totalmente innatural, que trasciende las implacables leyes de la naturaleza”.

“Si no trascendemos la naturaleza, permanecemos atados a las personas a las que no podemos perdonar; atenazados por ellas. Este principio se aplica incluso cuando una de las partes es totalmente inocente, y la otra totalmente culpable, porque la parte inocente va a llevar la herida hasta que pueda hallar una forma de soltarla, y el perdón es la única forma”.

(Philip Yancey. “Gracia divina vs. Condena humana” [pg. 111 y 112]. Editorial Vida. Miami. 1998. Se publica la cita breve en los términos del uso legalmente permitido, haciendo mención de fuente y autor, y sin alterar contenido ni contexto).

Pocas semanas atrás supe de un amado hermano que habiendo estudiado, enseñado y predicado la Palabra de Nuestro Señor durante años, se vio enfrentado dentro del seno de su familia a una tremenda crisis. La prueba lo dejó en tan sólo unos días totalmente “fuera de circuito”. Hoy no quiere saber más nada con Dios. Su vida, familia y ministerio están al borde de un abismo.

Sólo una elección y un paso es lo que puede determinar que años de esfuerzo, desvelos y bendiciones queden hechos pedazos de un día para el otro, o se vean enriquecidos y fortalecidos de por vida. La salida es tan simple y a la vez tan difícil. Ante sí un inmenso abismo. A un costado, un pequeño puente del tamaño de un madero. Del madero de la cruz de Jesús. Mi amado hermano puede saltar hacia el abismo y ver así destruido todo lo que tanto le costó edificar, o puede elegir pasar por el pequeño puente del PERDON y así ver enriquecida su vida, familia y ministerio.

Personalmente, me veo identificado en esta historia de vida. Debo reconocer que me costó mucho aprender el ejercicio del perdón. Aún siendo creyente me costaba mucho perdonar. Me ayudó en gran manera recordar todo lo que el Señor tuvo a bien perdonarme a mí, y todo lo que mis hermanos, amigos y familiares tuvieron que, y aún tienen que perdonarme. Y esto incluye la capacidad de perdonarme a mí mismo también.

Es que si para pedir perdón es necesario un corazón contrito y humillado, para PERDONAR TAMBIEN ES NECESARIO HUMILLARSE, toda vez que ello implica el reconocimiento de nuestra condición de pecadores y revela la propia capacidad de arrepentimiento.

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Romanos 5:8 RV1960

Autor: Luis Caccia Guerra

jueves, 10 de febrero de 2011

CUANDO LAS COSAS VAN BIEN



“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”.

1 Corintios 10:12 (Reina-Valera 1960)

A veces pareciera que estamos en una total calma, pareciera que de los mares han cesado las olas, que los vientos se han ido, que el sol ha salido y alumbra nuestro camino.

Paradójicamente en lo espiritual esos momentos de bienestar y de total calma muchas veces hacen que nos descuidemos, que pensemos que ya todo está hecho, que hemos ganado y poco a poco nos vamos haciendo sordos a la voz de nuestro Señor.

Y es que a veces pareciera que la pasamos mejor cuando estamos en aprietos, cuando estamos en medio de una encrucijada. Y es que en esos momentos de problemas y desiertos estamos más atentos a lo que Dios quiere hablarnos, nuestro espíritu se sensibiliza a su presencia y estoy seguro que en los momentos de desiertos es cuando hemos tenido las mejores experiencias personales con Dios.

Personalmente, mis mejores experiencias con Dios han sido en el desierto, en el anonimato, en esos momentos en donde pareciera que todo está en contra y lejos de ver lo prometido, solo veo arena y más desierto. Pero en esos momentos es cuando he tenido mis mejores momentos con Dios, es cuando mi corazón ha estado más sensible, es cuando mi oído ha estado más preciso a escuchar la voz de Dios, es cuando todo mi ser se ha rendido totalmente a El reconociendo mi dependencia TOTAL hacia El.

Ahora bien, ¿Por qué en los momentos de bonanza y de bendición nos volvemos menos sensibles a Dios?, porque como todo el panorama pinta bien, creemos que todo está bajo control y descuidamos la razón por la cual todo está bajo control y esto es nuestro Dios.

Hoy te invito a que si estas pasando momentos bellos, en donde quizá el sol ha salido, en donde a lo mejor te está yendo bien a que NO TE OLVIDES DE DIOS, a que no te olvides que si las cosas están caminando bien, es porque EL lo está haciendo, y por lo tanto es una razón más, para seguir buscándolo y dependiendo de Él.

Ahora bien, si estas pasando por desiertos o anonimatos, en donde pareciera que no saldrás de esa, te invito a que los aproveches, a que no los veas de mala cara, al contrario, date cuenta que es una buena oportunidad para tener encuentros especiales con Dios, en donde tu corazón, tu mente y todo tu ser serán más sensibles a Él.

Busquemos cada día, mantener esa relación personal con Dios que nos llevara hacia la victoria diaria, porque estoy seguro que Dios quiere encontrarse diariamente con nosotros.

¡Él quiere encontrarse contigo hoy mismo!

Autor: Enrique Monterroza

lunes, 7 de febrero de 2011

AGARRATE


Una niña pequeña estaba muy nerviosa ante la perspectiva de montar a caballo por primera vez, aun cuando iba a montar detrás de su abuelo, que era un excelente jinete. Cuando sus padres la ayudaban a montarse en el caballo, ella gritó: ¿Qué hago ahora? ¡Yo no sé montar a caballo! ¡Nunca lo he hecho antes! ¿Qué hago?.

Su abuelo le respondió con un tono reconfortante: No te preocupes del caballo, ni de cómo montarlo. Solo agárrate de mí, mi amor, solo agárrate de mí.AGAR

¡Qué gran consejo para nosotros hoy! Pensamos que nuestro día va a ser lento, pesado y aburrido, pero resulta en un día bien movido y agitado. En esos días es cuando necesitamos aferrarnos a nuestra fe en el Señor y permanecer en la montura.

Una de las formas más importantes en las que nos aferramos al Señor es mediante la constante comunicación con Él en un flujo continuo de oración y alabanza. Podemos orar en cualquier lugar y momento. Incluso un pensamiento de oración nos lleva a centrar nuestra voluntad y atención en el Señor y a depositar toda nuestra confianza en Él. Solo cuando perdemos el contacto con el Señor caemos en el peligro del pánico, la frustración, el frenesí y el fracaso que traen consigo.

El Señor conoce el final del camino desde el comienzo de cada día y sabe cuanto va a durar la presente agitación en tu vida. Sobre todo, Él sabe cómo guiarte con seguridad a través de cada desenfrenada cabalgata, conservándote en su divina paz durante todo el camino.

Harriet Beecher Stowe nos da el siguiente consejo:

Cuando te encuentres metido en situaciones difíciles y todo parezca estar en tu contra, al punto de que sientes que ya no va a poder aguantar ni un minuto más, nunca te rindas entonces, pues ese es solo el lugar y el momento en que cambiará la marea.

Recuerda siempre que nunca montas solo en las bestias de la vida. El Señor está contigo y sostiene las riendas con firmeza en su mano. ¡Solo agárrate!

Todo lo que Dios nos llama a hacer, también hace posible que lo logremos. Anónimo.

Salmo 16:1
Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.

viernes, 4 de febrero de 2011

La Sintonía de Mi Universo Gira en Torno a Dios



Un escritor llamado Papini decía: “yo sé que la vida de verdad es la suma de aquellos momentos que aunque fugaces, nos permiten percibir la sintonía con el universo”. Yo quisiera ser optimista y decir que siempre todo nos saldrá bien. Que los días serán siempre soleados y que no habrá que pasar por dolorosas pruebas y momentos de crisis en que sentiremos tocar el fondo de la desesperación. Pero la realidad nos dice que sí, que debemos de pasar por toda clase de momentos. A veces los instantes de gloria que nos llegan son breves, pero suficientemente intensos y hermosos como para fortalecernos y poder continuar adelante.

La sintonía de mi universo se encuentra girando en torno a Dios. Él es quien continua e incansablemente me sostiene para que no caiga o mis pies no resbalen. Hoy día existen tantas filosofías y diferentes modos de pensar, pero la fuente de mis éxitos provienen de Dios. Pues aún cuando los demás puedan dudar de mí, él sigue apostando todo por mí, porque lo haré bien y que lograré salir adelante.

Puede que ahora mismo sientas que sobre tu vida hay una gran nube que ennegrece todo y que por más que intentas no logras ver el sol. Inclusive hayas intentado muchas cosas para superarte y lograr salir del laberinto en que piensas que te encuentras. Pero tal vez te ha faltado probar a Dios en tu vida. Quizás no le has dado la oportunidad de que intervenga lo suficiente como para que puedas tener una vida totalmente nueva y diferente. Es posible que le hayas entregado un pedacito pequeño de tu vida, pero recuerda que es necesario que le entregues todo para que así el cambio pueda ser grandioso.

Hay veces en que siento temor o dolor de que él se introduzca en una parte de mi vida, pero cierro mis ojos y confío en que él esta haciendo lo mejor para mí y que al final de cuenta el cambio traerá cosas positivas. Y cuando veo luego esos cambios, me convenzo más y más de que estar en las manos de Dios es la mejor decisión que he podido tomar.

Por eso yo te digo que si quieres aferrarte a alguien que sea a él que nunca te falla y te ama en verdad.

Autora: Brendaliz Avilés

martes, 1 de febrero de 2011

PASO DE FE

Es fácil dar un paso de fe cuando no tienes nada que perder. O después de haber buscado salvación en todos lados y tomar cómo única esperanza el nombre del Hijo de Dios. Pues al tener todo perdido, lo que venga es ganancia.

Pero, qué hay de aquellos pasos de fe que el Señor pide cuando estás disfrutando de una nueva vida. Qué hay de esos pasos de fe que el Señor pide cuando últimamente tu fe ha sido golpeada y en tu corazón está el temor de perder todo lo ganado.

Te tengo noticias, todo cuanto hoy tienes te ha sido dado por el Dios Altísimo. Aun antes que le conocieras él y solo él te dio sustento al dotarte con dones y talentos. Entonces, ¿por qué temes dar ese paso de fe? , recuerda que si te aferras a tu vida le perderás y la encontrarás una vez que se la entregues por completo al Señor.

“Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará” Mateo 16: 25 (NVI)

Lamentablemente has permitido que tu corazón tenga resistencia a la vida sobrenatural que Dios te ofrece. Y el hecho de no obedecer al Espíritu Santo dando ese paso de fe te quita vida. Porque aquellos que hemos nacido de nuevo en Cristo encontramos vida por medio de la fe, y no por lo que miren nuestros ojos.

“Vivimos por fe, no por vista” 2 Corintios 5:7 (NVI)

Cada vez que te has rehusado a dar pasos de fe le robas vida a tu espíritu. Cada vez que dudas alimentas a la carne y te hace creer que debes tener menos de lo que Dios anhela para tu vida. Menos santidad, menos presencia y vida de Dios en ti, menos dones y talentos, menos salud, y menos economía. Pero al dar ese paso de fe, recibirás lo que Dios tiene para ti.

¿Qué podrá ser ese paso de fe que Dios te pide, mayor que el paso de fe que Cristo dio en la Cruz?

¿Qué podrá ser mayor que la desesperanza pasada cuando no tenías a Cristo en tu corazón?

Hoy te invito hermano(a) a creer de todo corazón que Dios tiene solamente lo mejor para ti. Y a que finalmente des ese paso de fe, que de una u otra manera te dará el mejor final.

“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.”

Jeremías 29:11

Autor: Richy Esparza

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