Hace algunos días mientras iba caminando
por la calle, se dirigía un ciego hacia la misma dirección que yo,
mientras lo observaba caminar
delante de mi, no dejaba de sorprenderme su capacidad para dirigirse a
donde iba con toda seguridad, pues parecía no importarle cuanto había
alrededor de él, solo caminaba y caminaba a su destino, en momentos de
detenía a lo que parecía escuchar el sonido de las avenidas, que era lo
que le avisaba que estaba por cruzar una calle y continuaba su camino.
Después de eso, no pude evitar comparar la vida espiritual con la situación de un invidente, pues venia a mi mente el versículo de la Biblia que dice: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de los que no se ve” Hebreos 11:1
Si comparamos nuestra fe, con la vida de
un ciego, podemos darnos cuenta que son muy parecidas, cuantas veces
nos encontramos en situaciones donde no vemos claro, estamos confundidos
en oscuridad sobre algo en particular, momentos donde no vemos la respuesta y no podemos sentir mas que desesperación, incertidumbre,
o miedo al no saber hacia donde nos dirigimos, mas sin embargo, así
como el ciego hace uso de sus demás sentidos, como el oído y el tacto,
principalmente; así nosotros tenemos oídos y tacto espirituales, contamos con la guía de Dios y por medio de los ojos de la fe, nos lleva a lugares inimaginables.
Muchas veces perdemos el tiempo mirando
hacia alrededor, para saber cuándo y cómo llegaremos a un destino que
Dios ya tiene trazado, y caemos en la desesperación, ¿Te imaginas que
pasaría si un ciego caminara desesperado por las calles? Yo creo que
para empezar seria más difícil encontrar el rumbo, tal vez su
desesperación lo llevaría por un camino equivocado, o peor aun, sufrir
algún daño.
Caminar en
fe, es tener en cuenta que aunque por momentos vamos caminando a
oscuras, sabemos que nos dirigimos a un lugar a salvo, lugar que Dios se
encarga de preparar, si le hemos pedido algo, podemos estar seguros que
nos llevara mucho mas allá de lo que pudimos imaginar, que no vamos
caminando solos, sino que su mano nos lleva por un camino seguro, que
aunque a veces es difícil ante la vista humana, ver con los ojos de la
fe es mas sencillo.
Por la fe entendemos haber sido
constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve
fue hecho de lo que no se veía. Hebreos 11:3
A veces por naturaleza nos cuesta
trabajo creer sin ver, queremos saber que hay detrás de lo que no vemos,
pero la fe es un voto de confianza
a Dios, una forma de aceptar que por difícil que parecen las cosas Él
tiene el control de todo, y jamás te llevaría por un camino equivocado,
ni a un lugar de sufrimiento, creemos en quien amamos, le entregamos
nuestra confianza, aun a pesar de que sabemos que como humanos pueden fallarnos, ¡Cómo no confiar en Dios que es perfecto y todopoderoso!
Dale a Dios un voto de confianza, deja que sea quien te dirija en ese camino que hoy puede parecer incierto y lleno de oscuridad, mira por donde vas, pero con los ojos de la fé.
Autora: Maite Leija